sábado, 17 de octubre de 2009

Las aventuras de Fran II

Era temprano y Fran aun no se había despertado, Lucía en la habitación de al lado empezaba a intentar escapar de su cuna, una cuna milenaria, que antes había sido la cuna de Fran, y aunque nadie sabe exactamente desde cuando estaba allí, el abuelo hablaba siempre de historias que partían y llegaban a ella.

Aseados, bien peinados y dispuestos a tomar el desayuno que el abuelo había preparado corrieron a sentarse junto a él, estaba siendo un final de verano extraordinario. El abuelo les dejaba ir a la cueva todos los días, estaba unos metros alejada de la casa tan solo, y como vivían en el campo no había ningún tipo de peligro para los niños, la cueva era bien conocida por Gregorio, el abuelo siendo pequeño la descubrió, convirtiéndola en su propio rincón de juegos.

Las horas pasaban entre aventuras imaginarias que solo ellos comprendían. Lejos de las patadas al balón y del resto de niños de la zona, Fran y Lucía siempre tenían la cabeza en otros mundos.

Fran terminó antes que su hermana y corrió hacia su lugar preferido, el abuelo gritaba por la ventana:

“¡Fran!, ¡Ten cuidado y no corras tanto, espera a tu hermana!”

Lucía se apresuró para alcanzarle, pero Fran era como una bala, quiso esconderse junto a la entrada de la cueva para dar un susto a Lucía, era habitual que se gastaran bromas a todas horas entre ellos, siempre se lo tomaban con buen humor. Era un lugar especial, podría decirse que era como un paisaje de montaña mágico, con muchas rocas y ninguna vegetación, donde a la sombra hacía frío y al sol se estaba muy a gustito. Sobre la entrada de la cueva estaba el único árbol que existía. Lucía entró a toda velocidad, pasó de largo y llegó unos metros más adentro, tropezó y

¡zas!

Desapareció.

Fran no podía creer lo que había visto, la estela de Lucía y de repente, él sólo, rodeado de silencio. Reconoció en el rincón donde Lucía desapareció su espejo. Pero, ¿podía ser cierto?, ¿esas voces?, ¿podían salir del espejo?

1 comentario:

  1. Hola gente!, creo que la continuación del cuento de Víctor que he hecho está un poco regular, porque como ya hemos hablado con alguno parece más otro comienzo que una continuación, no era esa la intención, pensé que lo suyo quedaba como en suspense y quería concretarlo más, pero ha salido una cosa rara. Así que por no complicar la cosa, decir que si a alguien se le ocurre alguna otra manera de continuar su principio que lo haga, y si veis la manera de enganchar con lo que yo he añadido pues también. Para que nadie se líe y piense que ahora hay tres comienzos distintos.
    Salu2!

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